Si tienes el deseo profundo de emigrar a otro pais debes leer esto

Muchas personas, toman la decisión de emigrar a un nuevo país.

Las razones de esa decisión son muy variadas pero, en diversas ocasiones, se trata de buscar una mejora económica o la estabilidad social que en muchos lugares se ve afectada por situaciones y factores fuera del alcance de los ciudadanos. 

En general, nadie debería prohibir a nadie la entrada en otro territorio. Todos somos habitantes del planeta por naturaleza y por tanto, deberíamos tener el derecho de poder vivir donde queramos sin necesidad de tanta burocracia. 

Pero este post no es para hablar de eso, este post es para mencionarte algunas de las cosas que se pierden, cuando uno emigra a otro lugar.

Emigrar nos es una tarea fácil pero a veces es necesaria

El choque cultural

La primera cosa con la cual el ser humano se enfrenta  a la hora de emigrar es, el tener que lidiar con el choque cultural. No por gusto hay una frase que dice “there is no place like home”(no hay otro lugar como la casa).  

Aunque hoy día muchos dicen que la casa es donde uno está, o sea, sea el país donde naciste o no o la casa es donde uno echa raíces, esto en parte puede considerarse verdadero pero, no siempre es así. 

A veces, por mucho que uno se empeñe, simplemente no es posible desprenderse de su cultura, sus hábitos sociales, sus hábitos alimenticios, etc.

La adaptación en un nuevo lugar, conlleva a veces a que uno tenga que dejar todas esas cosas maravillosas que se saben de antemano y comenzar a aprender nuevos hábitos y costumbres, o por ejemplo, tener que aceptar nuevos modos de comer y comportarse que quizás no van, en completa coordinación, con los valores que uno ha aprendido desde pequeño. 

Al emigrar, uno pierde parte de su cultura.

Incluso, aquellos que se aferran a su manera de ser, terminan sintiéndose diferentes a las personas de su lugar de origen, por lo menos en muchos casos. 

Claro que esto sucede debido a que, ya no estás en el lugar donde siempre has estado. 

Ya no hablas tu idioma cada día, de la forma que la gente lo habla en tu país de origen, ya no saludas a las personas que solías saludar o vas a comprar en los lugares que sabes venden eso que tanto te gusta. 

Este tipo de pérdida cultural es muy normal. Y aunque parece que uno no podrá sobrevivir, si se puede. Solo hay que tener fe y confianza en que la vida seguirá siendo buena. 

Se pierde el contacto con la familia

La mayor pérdida que se da al emigrar, es la pérdida de contacto familiar. Esto depende de qué tan lejos uno emigra. Por suerte, hoy día se puede viajar a prácticamente cada rincón del universo por solo unos pocos euros o dólares.

Con todo y eso, al no estar presente en el día a día de tus seres queridos, las cosas no vuelven a ser iguales. Te lo digo porque conozco muchos extranjeros que han dado el paso, incluyéndome. 

A muchos les pasa lo mismo. Cuando regresan a su país, se sienten como extraños, a veces se llegan a sentir como que no son parte de su país, y tampoco del país al cual emigraron. 

Lo bueno es que, tu familia siempre estará para ti, pero no de la misma manera en muchos casos. 

Otra gran pérdida es la pérdida de contacto con tus amigos. Esto es muy normal. 

Si antes usabas mucho tiempo con ellos, al no estar presente como acostumbrabas, ellos al igual que tú, deberán continuar sus vidas, sin contar contigo. 

Desgraciadamente, no podrás estar actualizado en todo lo que pasa en sus vidas y por eso, terminarás perdiendo mucho de lo que acontece a sus alrededores. 

Por último, decirte que muchas personas llegan a perder su identidad. Esto no es del todo malo, según el país y la cultura a la que emigran, según lo lejos que quede ese lugar de tu propio país, tendrás o no que adaptarse de manera tal que muchas de las cosas que te parecen normales, ya no lo serán.  

Recuerda una cosa, los cambios la mayoría de las veces son para bien y el que no arriesga, no gana.